Techo de cristal: las barreras para que ellas lleguen a lo más alto

“Hay dos mercados laborales, el de hombres y el de mujeres”. Es lo que asegura Mirian Izquierdo Barriuso, presidenta de la Fundación Woman Forward, una entidad sin ánimo de lucro que busca incrementar la participación e influencia de las mujeres en las esferas de decisión en el ámbito social y económico. Mirian plantea esta tesis, emulando, dice, al economista, Paul Samuelson, primer Nobel de Economía individual en 1970, y su explicación de la competencia imperfecta que se da en los monopolios: “Son mercados en los que no existe competencia perfecta, porque al menos un vendedor (o un comprador) es suficientemente grande para influir en el precio de mercado y, por tanto, tiene una curva de demanda (o de oferta) de pendiente negativa». 

Esta explicación se puede extender al campo de la igualdad entre mujeres y hombres. La presidenta de Woman Forward considera que el mercado de hombres es un monopolio hoy en día, porque “es un mercado donde no hay sesgos, no hay barreras estructurales a la contratación, a la promoción, a los salarios”. Y en el mercado de mujeres, en cambio, “se crean diferentes formas de contratar, de promover, porque ha sido así tradicionalmente”. 

“El techo de cristal, barreras invisibles, pero infranqueables”

Explica Izquierdo Barriuso: “Cuando tenemos un mercado donde ha habido un monopolio, como el de hombres, no basta decir, quitamos el monopolio con una sola ley”, porque considera que “se debe hacer con unas medidas de acompañamiento hasta que consigamos tener una competencia perfecta, citando a Samuelson”.

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