El tabú del dinero

El dinero es un tema cargado emocionalmente, tanto para hombres como para mujeres, que a menudo tiene orígenes en la misma infancia, en la propia familia y en la relación que los propios padres ya bauelos manteníain con el dinero. As u vez, esa relación, a menudo tiene tintes religiosos, ligados la concpeto de que el dinero corrompe y es algo negativo. En definitiva el dinero está lleno de conexiones emocionales y significados ocultos.

Por otro lado, las mujeres adultas, sienten vengúenza ante los temas dinerarios por razones diferentes:

1. Les preocupa no saber lo suficiente sobre finanzas y tienen miedo de admitir que no saben, temas que creen deberían conocer porque afecta a su propia independencia.

2. Les avergüenza ganar «demasiado» en comparación con su pareja o colegas, y no quieren parecer estar presumiendo.

3. Si tienen falta dinero, tmabién les avergúenza porque a menudo está ligado a no haberse formado o haber tomado decisiones adecuadas en el pasado en relación con su independencia.

Con tantos niveles diferentes de vergüenza centradas en las finanzas, no es de extrañar que numerosas mujeres rehúyan hablar de dinero.

El hecho es que el 90% de las mujeres serán las únicas responsables de sus propias finanzas en algún momento de sus vidas. Como las mujeres no hablan de dinero, no saben dónde acudir en busca de consejo. Se sienten menos cómodas haciendo preguntas, menos seguras tomando decisiones financieras, menos en control sobre sus finanzas y menos preparados para el futuro. Mientras que el 75% de las mujeres enumeran «tener suficiente dinero para mantener su estilo de vida» como objetivo principal de jubilación, solo el 14% confía en que realmente cumplirán ese objetivo.

Con frecuencia tienen menos confianza en su propia capacidad para hacer inversiones. Mientras que los hombres tienden a ver una inversión como una transacción, las mujeres piensan en cómo va a afectar a su familia, lo que hace que la decisión parezca mucho más amplia y abrumadora. Se centran menos en el rendimiento de fondos o en los de una cartera inmobiliaria. Piensan en términos de cómo sus inversiones les permitirán alcanzar metas a largo plazo; en cómo lpodrán financiar a sus hijos a la universidad, mantener su estilo de vida en la jubilación o dejar un legado.

A medida que las mujeres asumen el papel de principal sostén de la familia, el dinero debería dejar de ser tabú. Sin embargo, todavía dudamos en discutir de dinero con nuestros jefes, nuestros amigos, colegas e incluso cónyuges y parejas. Para ponernos en una mejor posición para negociar y abogar por nuestro valor, las mujeres debemos reconocer el hecho de que el dinero es la razón principal por la que trabajamos, no solo la realización creativa o intelectual.

Además, el silencio es perjudicial por varias razones mas: perpetúa la desigualdad salarial; envía un mensaje de pobreza , minusvalía y dependencia a nuestras hijas, amigas, hermanas, madres y colegas; justificando dudar de su propio valor. En la sociedad occidental, gran parte de la autoestima está ligada a cuánto ganamos. Al final es un medio para el empoderamiento.  Y si hay algo que sabemos con certeza, es que el empoderamiento de las mujeres, es crucial para lograr una sociedad más equitativa e igualitaria. 

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