Liderazgo Femenino
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Mirian Izquierdo Barriuso

PhD Presidenta de la Fundación Woman Forward | CEO de Comerciando Global | Consejera y autora especializada en gobierno corporativo

El eslabón roto y la gran fuga de talento femenino: el verdadero cuello de botella del liderazgo

Durante años hemos hablado del “techo de cristal”. Pero los datos más recientes muestran que el problema empieza mucho antes, en un punto mucho menos glamuroso y bastante más incómodo: el primer salto a manager.


El informe Women in the Workplace 2024 de McKinsey y LeanIn, el mayor estudio sobre la situación de las mujeres en la empresa, demuestra que el llamado “broken rung” —ese “peldaño roto” en la primera promoción a puestos de gestión— sigue siendo el gran cuello de botella: por cada 100 hombres promovidos a manager, sólo 89 mujeres lo consiguen.

A primera vista la diferencia parece pequeña. Pero cuando se acumula durante una década, el efecto es demoledor: menos mujeres en posiciones de mando intermedio, menos mujeres listas para saltar a dirección y muy pocas en la rampa de acceso al comité y al consejo.

No es casual que otro estudio global de Deloitte confirme que, a pesar de los avances, las mujeres ocupan apenas un 23,3 % de los asientos en los consejos de administración a nivel mundial. El “goteo” se pierde claramente en el middle management.

Si añadimos que las mujeres siguen soportando más responsabilidades fuera de la oficina, el resultado es una ecuación imposible… salvo que la empresa haga algo diferente.

Cuando trabajas con directivas de nivel medio-alto, la foto se repite: sobrecarga crónica, poco espacio para trabajo estratégico, falta de apoyo estructurado y sesgos sutiles que las encasillan como “excelentes ejecutoras”, pero no necesariamente como “figuras de dirección”. A esto se suma el desgaste emocional, que McKinsey denominó la “gran ruptura”: mujeres líderes abandonando sus puestos en cifras récord por carga de trabajo, falta de reconocimiento y escasa flexibilidad real.

De “cursos de liderazgo” a verdaderos aceleradores de carrera

Lo que se necesita en este nivel no es un curso genérico de liderazgo. Es una intervención muy específica en el momento clave.

  • Mentalidad de crecimiento y seguridad interna: dejar de jugar “en defensa”, trabajar su discurso interno y verse a sí mismas como parte natural de la mesa donde se toman decisiones.
  • Presencia ejecutiva y comunicación de influencia: no basta con trabajar mucho; hay que saber comunicar el propio valor y participar en conversaciones de negocio con seguridad.
  • Gestión del tiempo y la energía en entornos de alta demanda: el reto no es hacer más, sino priorizar como una directiva, negociar expectativas y construir equipos que decidan.
  • Intemocional aplicada al liderazgo: la diferencia entre líderes excelentes y correctos se explica en gran parte por la IE, pero sigue infravalorada en muchos programas.
  • Visión financiera y de negocio: sin fluidez en P&L, finanzas básicas y creación de valor, la directiva queda fuera de los debates más relevantes.

La buena noticia es que la palanca es clara: invertir de manera inteligente en las mujeres que hoy ocupan posiciones intermedias y ya están ejerciendo liderazgo real.

IMPACTA, el programa que estamos lanzando, nace precisamente para este momento. Sus 15 módulos y 60 horas acompañan a mujeres que ya dirigen equipos y resultados, ayudándolas a dar el salto a la alta dirección con herramientas, red y estrategia personal.

Si en tu organización tienes directivas en ese punto de inflexión, la pregunta ya no es si podéis permitiros invertir en ellas, sino qué pasará si no lo hacéis.

Para más información sobre el programa IMPACTA, sus modalidades y el proceso de inscripción:

Programa abierto también a directivas de Latinoamérica en modalidad online.

https://womanforward.org/liderazgo-f-impacta/ | info@womanforward.org

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