Hoy nos gustaría proponerte un reto sobre liderazgo femenino en las empresas y es que nos cuentes si piensas que debería haber mas mujeres en puestos de responsabilidad en las organizaciones y en la política y por qué.
Hemos visto que la revista norteamericana Forbes publicaba un artículo con un título provocador en el mes de abril: «¿Qué tienen en común los países que mejor están respondiendo al coronavirus que están gobernados por mujeres». En su recorrido nombraba a siete de las 10 mujeres que, según fuentes de Naciones Unidas, lideran uno de los 193 país del mundo. El resto, más de 180 están liderados por hombres.
El artículo de Forbes, citaba que Avivah Wittenberg-Cox, directora de una consultora sobre igualdad de género, citaba a la canciller alemana Ángela Merkel y a las primeras ministras de Islandia (Katrín Jakobsdottir), Noruega (Erna Solberg), Dinamarca (Mette Frederiksen), Finlandia (Sanna Marin), Taiwan (Tsai Ing-wen) y Nueva Zelana (Jacinda Ardern). Valoraba de ellas tres factores claves:
Hemos visto también, que mas allá del estado de la sanidad de cada uno de sus países, estas lideres han aceptado el estado de cosas con humildad rodeándose de los mejores, dirigiéndose a sus ciudadanos de forma directa tratándoles como adultos y exponiéndoles la situación real y gestionando los retos con prontitud y eficacia. De alguna manera «nos están mostrando una forma alternativa y atractiva de ejercer el poder». Una política desde la cercanía, la humildad y con una capacidad clara de generar confianza.
A pesar de este caso y de otros menos evidentes, vemos claramente que solo 10 países del mundo tienen jefas de estado o presidentes mujeres. En el lado de las corporaciones, las cifras no son mejores. Las mujeres CEOs en el mundo, en ningún país superan el 8% de las grandes corporaciones. Son una auténtica minoría en la cúspide de los altos cargos de las empresas y en la política. Estas cifras no pueden por menos que poner de manifiesto barreras de acceso a la cúpula de las organizaciones y de la política.
La comparación de los distintos países por otro lado, manifiesta estas barreras en las organizaciones, dado que los países en los que se han llevado a cabo medidas de discriminación positiva, arrojan porcentajes de representación femenina varios puntos porcentuales de mayor representatividad. Destaca por ejemplo la diferencia entre el 15% de España y el 41% de Francia de representación femenina en la alta dirección.
Los investigadores suecos Olle Folke (Universidad de Uppsala) y Johanna Rickne (Universidad de Estocolmo) han realizado una investigación que supone una nueva aportación para corregir esta ausencia de liderazgo de mujeres en empresas y en organizaciones.
En su investigación analiza las trayectorias profesionales durante treinta años de parejas en las que uno de sus miembros ha ejercido cargos de alta responsabilidad política y en el sector privado. En concreto: en alcaldías, el congreso y cargos de alta dirección en la empresa. El resultado de la investigación pone en evidencia que la posibilidad de divorciarse para las mujeres el doble, mientras que para los hombres, no tiene impacto.
El estudio “All the single ladies: job promotion and the durability of marriage”, sobre una muestra de parejas que llevaban una media de 20 años juntos y que han tenido hijos, investiga la situación antes y después del ascenso. En el caso de las mujeres políticas se compara a las candidatas que no consiguieron ningún cargo, con las que lo consiguieron. Entre las últimas, el porcentaje de mujeres que seguían casadas después de tres años, descendió un 7%. En relación con las altas ejecutivas, el porcentaje fue muy similar. La situación matrimonial de los hombres en cambio, no sufrió modificaciones.
Partiendo de la base de que Suecia representa una de las sociedades más igualitarias del mundo, el resultado del estudio resulta relevante desde el punto de vista de la potencial desigualdad ante las oportunidades reales que tiene la mujer de priorizar la carrera profesional, respecto a la familia. La investigación pone de manifiesto que las mujeres sufren un estrés mas elevado cuando deciden dar un salto profesional. A todos nos resulta conocido haber oído a mujeres comentar sus dificultades para compatibilizar el cuidado de su familia con un cargo de responsabilidad e incluso, a muchas de ellas, que el reto no vale la pena.
¿Pero cual es tu opinión? ¿Piensas que el éxito profesional repercute de manera inversamente proporcional al éxito en la vida familiar femenina? ¿Piensas que la situación de los hombres es similar? ¿Qué opinas sobre el liderazgo de las mujeres en las empresas? ¿Piensas que debería haber mas mujeres en altos cargos en la organizaciones y en las empresas?
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